lunes, 25 de junio de 2012

Capítulo XXIX

El penúltimo está aquí!! :) Chicos, gracias por su apoyo... Esto está a punto de terminarse, creo que escribiré de una vez el 30 y el epílogo. Me emociona saber todo. Por ahora Disfrutenlo!
!Oh! Si ponen atención podrán ver a un pequeño "ancestro" de uno de nuestros personajes favoritos...


 


El ruido de aerodeslizadores no me perturbó nada en absoluto en la mañana a pesar de que mis pensamientos rondaban la posibilidad de que nos encontraran en aquel campo lleno de grandes árboles que utilizábamos como refugio. 

Light y yo ya llevábamos huyendo del Capitolio un par de días y esto es algo que me trae un ligero deja vú. Me recuerda a la arena y a todo lo vivido en ella. Afortunadamente he podido conciliar el sueño lo suficiente como para tener energías de sobre para la larga caminata, y además, siempre me repito antes de dormir que todo es solo un malo recuerdo de mi pasado no tan lejano que tarde o temprano tendré que dejar atrás. Posibilidad que ahora puedo permitirme puesto que si siguiera los hilos del Capitolio, tendría que estar ligada a ello toda mi vida. Ser mentora, ver a chicos morir y tener de darles mis condolencias a familias que quizá conociera o no.

Por lo menos ahora que, vivo en mis propias reglas, alejada –y marginada –de toda vida proveniente del régimen opresor de Panem; puedo respirar aquel aire de libertad que Loren y mi padre querían que fuera para todos y que, por cosas del destino, no lograron completar y que les costó más que unos simples rasguños.

Light sigue dormido, respira tranquilamente a mi lado en una rama grande de un gran árbol frondoso cuyo nombre no logro ubicar bien. Encontramos este escondite anoche, mientras bajábamos una colina junto con Melanie y Loren, quienes ahora deben estar despiertos y buscando algo: un refugio más seguro o simplemente algo con lo que podamos desayunar. 

Me ruge el estómago así que no me contengo y salgo de mi improvisada “cama” y empiezo a descender lentamente los veinte metros que logré subir –sin saber cómo –la noche anterior cuando algunos Agentes de Paz recorrían esta zona.

Loren nos “dijo” que parece ser la frontera del Distrito 12, por la gente y por las condiciones en las que viven. Afortunadamente aquí, la gente es tan marginada como nosotros y como su cerca al parecer, no parece electrocutada, parece una oportunidad para conseguir alguna información y si acaso algo de comida y tal vez refugio.

Empiezo a caminar por el suelo totalmente descalza. Tendré que conseguir zapatos lo más pronto posible si vamos a seguir a las fronteras de Panem. A un sitio donde nunca van Agentes de Paz ni nada por el estilo. Las fronteras de la arena de estos Juegos, la frontera del Distrito 13.

Melanie nos ha dicho a Light y a mí de su huida del Capitolio con Loren. Uno de los Vigilantes implicados en nuestros juegos y esa estrategia que teníamos preparada, habló. Obviamente no lo ejecutaron pero si le dio a los demás algo de tiempo para ocultarse. Algunos ya están muertos y los expedientes y las grabaciones de los Juegos han sido completamente alteradas. Nuevos nombres, nuevos ganadores. La arena de por sí. Fue completamente destruida al igual que el Distrito que se imponía antes que ella. No queda más que un pedazo de tierra vacía y un pequeño bosque rodeando lo que fue mi tormento y mi peor pesadilla. Ella y Loren salieron por los conductos subterráneos hasta la zona de carga que los llevó hasta nuestro tren. Obviamente tuvo que vestirse como avox para que no levantaran sospechas pero en cuanto subieron al tren… Tuvieron que esconderse en la zona de equipajes que era la única sin cámaras ni micrófonos.

Ese recuerdo me lleva hasta Dima y Nial. No estaban al tanto de nuestra huida pero sí que estaban involucrados en los Juegos y como mentores, no les queda de otra que hablar esperando un castigo leve. Siento pesar y un profundo respeto hacia ellos. 

No escaparían de aquella vida que tienen desde hace años y tampoco nos defenderían así como así. No nos tienen tanto cariño en verdad. Y si lo tuvieran… Normalmente, el egoísmo puede más que el cariño. O bueno, eso es casi como una frase poética de lo que vi en los Juegos.
Sacudo ligeramente mi cabeza despejando esas ideas de tortura y muerte que se vienen ahora así como así. Tuve demasiada de ambas en los Juegos como para sumarle las que ahora se están dando por mi culpa.
Las hojas crujen debajo de mis pies hasta que llego a un arroyo. Es pequeño y casi parece un pozo. Me agacho y tomo un poco de agua en mis manos. Es cristalina. Tomo pequeños sorbos y luego casi de manera desesperada. Me mojo la cara y humedezco mis brazos y piernas llenas de picaduras de mosquitos y algunas raspaduras. No quiero estropear el agua así que lentamente me lavo los pies y mojo un poco mi pelo.

Cuando estoy finalmente fresca empiezo a caminar nuevamente hacia el gran árbol pero no puedo distinguir nada. En su lugar llego a la cerca del Distrito 12. El anuncio de “Alto Voltaje” me asusta un poco pero por otra parte podría buscar a Loren o a Melanie quienes deben estar aquí. Pero en cuanto empiezo a caminar me doy cuenta de la pinta que tengo.

Una blusa larga que pertenecía a mi pijama y unos pantalones color negro que Melanie logró salvar de mi armario. Aunque no tuvo tanta suerte con algunos zapatos. Me asomo lentamente por los árboles y veo a Melanie hablar con un chico rubio y de ojos azules. Parece ser muy amable con ella y finalmente le murmura algo al oído y le entrega una canasta. Melanie le sonríe como despedida y entra de nuevo en el bosque. Me divisa solo a unos pocos pasos de mí y me entrega la canasta.

― Pareces aseada… ¿Encontraste alguna fuente de agua? –pregunta con esa sonrisa fácil.

― La verdad sí. Lo malo es que no me puedo ubicar aquí –señalo la canasta - ¿Qué es eso?
Melanie mira la canasta aún sonriente

― Ese chico –señaló al muchacho rubio –Bueno, se llama Navid Mellark. Me reconoció pero solo se ofreció a ayudarme. Me dio un par de víveres y me indicó una pista bastante interesante.

La miro con curiosidad pero me niego a hacerle preguntas.

― ¿Y mi hermano? –le insinúo 
 
― Se fue a buscar lo que tú ya encontraste –Melanie contuvo una risita.

Abro la boca para reclamarle su conversación tan animada con aquel chico pero ella solo me lleva a empujones de vuelta al árbol.

Cuando llegamos nos encontramos con Light quien trata de bajar del árbol y que, de manera muy graciosa logra tocar el suelo antes de que lo abrace y lo bese tiernamente. Luego escucho otros pasos acercarse. Loren al parecer.

Me quedo abrazada a Light mientras que Melanie deja la canasta en el suelo y saluda a Loren lanzándose a sus brazos.

― Veo que conseguiste algo, hermanita –dice Light y lo miro pues es la primera vez que escucho un contacto fraternal entre ellos.

― Y eso no es todo –dice levantando un dedo y quitando el pequeño mantel de cuadros azules que cubre la canasta. ―Tengo noticias de dónde encontraremos refugio.

― ¿Qué encontraste alguna familia de ardillas que quiere compartir con nosotros? –bromea Light mientras recibía miradas asesinas por parte de Loren.

Melanie lo fulmina con la mirada.

― No, es un lugar que creímos que estaba destruido por completo y que me dijeron es un buen sitio ahora que todo se está revolviendo un poco… El Distrito 13.

Nos quedamos quietos un minuto antes de que pudiera decir algo.

― ¿Estás… estás segura? –pregunto abrazando más fuerte a Light.

Melanie asiente.

― Nos están esperando.
 
No lo pensé ni un minuto antes de asentir.
 
― Entonces vamos

― ¿Estás segura? –preguntó Light tomándome de la cintura.

Asentí.

― Puede ser un callejón sin salida pero por lo menos tengo la certeza de que luché por esto –respondí.

Justo después de eso. No me di cuenta pero ya estábamos corriendo de nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario