miércoles, 13 de junio de 2012

Capítulo XXIII

Como les prometí he aquí el capi 23... Espero que les guste!


Me levanto de tope y tomo el arco en mis manos. Cargo una flecha de veneno y apunto directamente a Dan. Ella tiene una especie de espada y un Tridente de mano. Tampoco está sola. La chica del 10 está con ella. Su cara ovalada y pecosa tiene rasguños de cuchillo por todas partes. Se le ve segura y con una lanza en la mano es mucho más peligrosa de lo que su cara refleja. Light se levanta y coge la espada. Escucho a Nik salir de la cascada con varios cuchillos en la mano.
― Vaya, vaya –dice Dan –Se aliaron con un nerd. Y… ¡oh! Mira sabe lanzar cuchillos. ¡Qué miedo!
Escucho a Nik gruñir.
― Tranquilo, no te haré daño. Me vale quién sea el chico que gane. Venimos es por ella –murmura en un tono inocente
La chica del 10 empieza a caminar en mi dirección. Nik lanza un cuchillo que le roza la cintura.
― No te le acerques –dice
La chica retrocede unos pasos pero sigue acechándome con su lanza. La cual no puede lanzar desde tan poca distancia.
Apunto a la cabeza de Dan. Ella ni se molesta en moverse. Solo me mira y se ríe.
― ¿De verdad crees que vine sin estar preparada? –se burla y toma su cuchillo y lo pasa sobre su piel sin causarle ningún rasguño.
Un escudo. Light se posa frente a mí con su espada lista.
― Además, vine muy bien acompañada. Trina no es la única que vino conmigo –dice y en ese momento escucho los arbustos moverse ―Les presento a mis nuevos Aliados.
Contengo un grito sofocante en mi garganta cuando veo al resto de Tributos. Allí están, las tres chicas que vienen a por mí y el chico de piel oscura que quiere matar a Light y a Nik. La otra chica es de pelo rubio. Tiene la cara pecosa y le sangra la frente. El chico es alto, tiene un cuchillo extraño y cojea un poco.
― Jay, encárgate de los chicos. Nosotras tenemos un asunto pendiente con Ivy –dice Dan y en ese momento escucho al chico correr y abalanzarse sobre Light. Nik lanza un par de cuchillos que él logra esquivar pero se da cuenta que las tres chicas empiezan a acorralarme.
Nik lanza un par de cuchillos a Trina, y esta le responde atacándolo con la lanza. Dan saca las garras del tridente y la otra chica, tiene un cuchillo cubierto de una sustancia viscosa negra. ¡Veneno!. Empiezo a correr con el tobillo adolorido
― ¡No dejen que los toquen sus armas! ¡Tienen veneno! –grito. Veo de reojo a Light y a Jay sacudirse en el suelo. Light sujeta el arma de Jay pero luego solo escucho un golpe estruendoso contra una roca.
Las dos chicas empiezan a correr hacia mí. Logro disparar la flecha venenosa que le da a la chica rubia en el costado. No hay señales de que le haga algo. Ella solo sigue corriendo detrás de mí.  ¡Demonios! Empiezo a correr a través del río. Siguiendo la corriente hasta que me resbalo en una roca musgosa y caigo en el agua. Aferro con fuerza el arco y me sumerjo. La corriente se vuelve cada vez más fuerte pero a su vez me permiten escapar con tiempo.
Logro sujetarme de una orilla y salir del caudal. Me reviso. Tengo las flechas y el arco. El resto no importa. Me sacudo el pelo y empiezo a caminar por el bosque. Llego a un gran árbol de corteza marrón y lo trepo con cuidado. Logro distinguir a Dan y la chica rubia. Me tapo la boca y empiezo a controlar mi respiración. Tienen una linterna y empiezan a iluminar su camino por el trecho bosque. La chica rubia empieza a toser y luego cae al suelo. Dan trata de levantarla pero solo consigue que la chica caiga al suelo de bruces y empiece a vomitar. La chica empieza a vomitar sangre. Dan empieza a examinarla y descubre la herida con la flecha en su cuello. Está de color púrpura e inflamado.
― ¡Maldita! ¡También tienen veneno! –grita Dan.
La chica rubia cae al suelo y suena el cañonazo. Dan empieza a correr deprisa río abajo mientras que yo me bajo del árbol y camino de vuelta a la cueva. Vuelvo al río para ocultar mis pisadas y en cualquier caso ocultarme en la corriente. Avanzo por la orilla con el arco cargado. Llego a la pequeña playa que me indica el inicio de nuestro escondite y empiezo a escuchar gruñidos. Me levanto y logro distinguir a Jay sobre Light. No puedo ver a Nik pero en cuanto tengo un campo de visión despejado logro dispararle una flecha a Jay en el cuello. Suenan dos cañonazos seguidos y empiezo a correr hacia el cadáver inmóvil de Jay.
Lo remuevo de Light y me encuentro con su mirada. Está bien. Suelto un suspiro de alivio pero él no parece nada tranquilo. Su cabeza recorre todo el campo y no se detiene hasta encontrar algo. Sale corriendo y yo lo sigo. Es allí cuando me percato de su búsqueda.  Busca a Nik.
Llegamos a una especie de claro. Está lleno de arbustos gigantes y columnas blancas que posiblemente sean de alguna fábrica. Hay escalones pequeños que llevan a un nivel destrozado donde logro distinguir a dos siluetas en el suelo.
Light y yo corremos hacia ellas con las armas en la mano. Subimos rápidamente por los escalones y vemos a la chica, Trina con un cuchillo en el cuello. Está muerta. Suspiro de alivio pero aún veo tenso a Light y no es hasta que distingo a Nik que logro entender por qué.
Tiene la cara ensangrentada y los ojos idos. Las manos le tiemblan dejando que los cuchillos que tiene le corten las palmas. Corro y me sitúo a su lado. Le quito los cuchillos y lo miro. Sus ojos me siguen y luego Light se sienta a mi lado. Empiezo a desesperarme. Miro su pecho y descubro un corte de cuchillo a lo largo de su pecho. Tiene la misma pinta que el de la chica rubia. Comprobándolo. Nik tose y gotas de sangre caen al suelo. Tomo su rostro en mis manos. Está ardiendo. No durará. Nik libera una mano y toma una mía.
― Gracias… Por todo –digo con lágrimas en mis ojos.
― G… Ga… Gana –su voz se corta y se desvanece
― Lo haré… Lo prometo –sollozo tras sollozo se va carcomiendo mi corazón y en cuanto escucho el cañonazo y descubro que Nik está muerto un grito sale de mi garganta. Un grito de dolor desgarrador
Light me abraza y me quedo allí hasta que el aerodeslizador se lo lleva. Su cadáver sube y se desvanece en medio del sol de la madrugada. Miro mis manos temblorosas y me quedo allí un rato. El chico que salvé de que muriera. Había muerto por mí. Mis manos forman puños y sostienen con firmeza la ira que se apodera de mí. Light ya no tiene de qué preocuparse. Es el hombre vencedor. Se lo llevarán ahora y estará en el Capitolio hasta que Dan muera… o yo.
Pasan minutos y luego horas. Nos quedamos allí tumbados. Él tratando de reconfortarme mientras que yo me percato que no llegan para recogerlo. Eso quiere decir que aún quieren que esté aquí. Si él muere tendrá que ganar alguna de las dos chicas. Sacudo esa idea de mi mente y me giro hasta que estoy frente a él. Su rostro se ve preocupado. Esbozo media sonrisa y lo beso. Es casi como uno de despedida. No quiero que él esté cuando ocurra el encuentro entre Dan y yo. No quiero perderlo. Tengo que enfrentar esto sola.

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