viernes, 1 de junio de 2012

Capítulo XIX

Bueno Tributos! Aquí estoy de nuevo! Acabo de terminar exámenes y pasé todo!! Ja Ja estoy tan feliz que subiré un capi hoy y me pondré a escribir el capítulo 20 ya... Bueno quizá lo suba esta noche o mañana junto con el especial Clato.
Bueno espero que les guste!


− ¡Mamá! ¡Mamá! –Grito muy fuerte – ¡mira lo que encontré!
Mi mamá se da la vuelta, trae una falda morada y una blusa de color blanco, como la nieve. Mi color favorito. Me sonríe.
− ¿Qué pasa, princesa? –pregunta agachándose y dándome un beso en la frente.
− Mira, mira. Un diamante –respondo. Ella solo se ríe. -¿Por qué te ríes mami?
Ella me toca el cabello y me acaricia.
− No me río de ti, corazón –dice ella –es solo que…
− ¿Qué pasa mami? –pregunto.
Ella me mira y sonríe.
− Nada, eres muy afortunada por encontrar eso. Porque no se lo muestras a tu hermano –me dice.
Hago un puchero.
− No quiere hablar conmigo. Siempre está con Melanie o con papá. No sé qué hacen –digo.
Ella mira el alto castillo llamado refinería. Y suspira. Me mira otra vez.
− Solo están… tratando de hacer de esto un lugar mejor, cariño –dice tomando mi mano con sus grandes y largos dedos –quizá no lo entiendas todavía. Tienes cuatro años. Pero eres muy inteligente. Quizá cuando crezcas veas lo que esto hizo por ti –dice y no le entiendo.
− No te entiendo mami. ¿Acaso el mundo está mal?
− El mundo no, la gente sí –mira al cielo –vamos, allí vienen los cuervos –dice y yo me asusto.
Los cuervos son feos y malos. Siempre llegan y de ellos salen hombres. Traen cosas de metal y cosas que disparan en las manos. Luego se van pero a veces dejan tan mal a unos señores que no se levantan jamás. Los cuervos son malos y también los charlajos, me roban mi voz y no quiero quedarme sin una. Mamá me lleva a uno de los sótanos llamados refugios. Allí está Melanie y me recibe. Mamá entra y me siento al lado de un niño extraño. Tiene el pelo amarillo. Los ojos cafés. Y trae un pantalón verde y una camisa gris, sus pies son iguales a los míos y traen unos zapatos negros. Tiene algo en sus manos. ¡Otro diamante!
El niño mira el mío y me mira a mí.
− Hola niña –dice.
− Me llamo Ivy –contesto mirándolo feo – No niña.
El niño se ríe.
− Yo me llamo Light –dice
− ¿Lait? –pregunto.
− No… L-I-G-H-T.
No decimos más porque escuchamos golpes y cosas afuera y se corta la electricidad. No me gustan los Días Oscuros.

Despierto en medio de sus brazos. Vamos en medio del bosque. Sus brazos me rodean y siento un dolor punzante en la cabeza. Miro de reojo todo, estuve inconsciente mucho tiempo al parecer. Pues puedo escuchar las pisadas de Nik siguiéndonos.
Nos estamos “mudando” pero ¿a dónde?
− ¿Seguro que es buena idea? Mia solo murió anoche y parece el lugar más predecible. Aquí me encontraron ¿recuerdas? –la voz de Nik parece agitada. Debe estar llevando un equipaje pesado.
− Por esa misma razón no van a volver. Además encontré una cueva oculta tras unos matorrales cerca de la cascada. Un buen escondite –dice Light serio.
No dicen nada más. Escucho los suspiros de Nik atrás y luego un cañonazo. ¿Quién fue esta vez? ¿Podré ver su rostro esta noche en el cielo como ocurrió con los demás? Tal vez sí, si es que acaso puedo abrir los ojos con el dolor tan punzante que tengo en la cabeza. Siento mis brazos no responder y muevo un poco los dedos. Tan solo como para saber de mi estado. Cuando muevo mi tobillo derecho siento un dolor horrible. Seguro está con alguna fisura. Frunzo el ceño a causa del dolor.
− ¿Sigue teniendo pesadillas? –pregunta Nik. Light para en seco quizá para mirarlo.
− Eso creo. Ha estado inconsciente desde ayer y no para de perturbarse un poco. Le dan escalofríos cuando tiene una pesadilla y también frunce el ceño –responde Light soltando una ligera risita.
− La conoces bastante bien –afirma Nik –Debes quererla mucho…
− Quererla no… -Light hace una pausa –La amo.
Las ramas secas y rotas continúan invadiendo un corto lapso de silencio.
− Yo nunca he estado enamorado –dice Nik –me han gustado algunas chicas pero no sé qué es sentir lo que ustedes sienten el uno por el otro. En especial estando aquí.
Light ríe entre dientes.
− Es… como que todo tiene sentido. Nada te falta. Un vacío que tenías en tu interior y no sabías que existía se llena. Harías cualquier cosa por ella. Lo que sea –murmura Light.
− Dice tu nombre dormida ¿sabes? –dice Nik –La escuché en la noche.
Light guarda silencio aunque logro percibir sus labios en mi frente.
− Me gustaría que ella ganara –continúa Nik –No es nada modesta, ayuda a quien lo necesita. Cambié mi opinión de ella. Merece vivir.
Esto sorprende a Light. No porque no estuviera de acuerdo, supongo. Él me dejaría ganar pero yo moriría con él. No encontraría otra cosa que me llenara como lo hace la sensación de tenerlo conmigo.
− ¿No quieres ganar? –pregunta Light.
− En realidad… sí, la vida es algo muy valioso pero… nadie me extrañaría. Mis padres siempre trabajan y no creo que nuestros lazos sean tan estrechos. No tengo a nadie a quien ame. Siempre he sido solitario –el tono de Nik es sincero. No podría contradecir sus palabras así como así –Además no tengo posibilidades ante ustedes.
Otra vez silencio.
− Quizá las cosas cambien –concluye Light antes de quedar nuevamente inconsciente.

Pum, pum, pum, pum. ¿Pisadas? No. ¿Cañonazos? Tampoco. ¿Latidos? Eso es. Un corazón. ¿Dónde está? Solo veo oscuridad. ¿Dónde estoy? ¿Qué pasa?
Trato de distinguir algo en medio de una penumbra infinita. Mis ojos ubican una fuente de luz. Camino hacia ella pero tardo en llegar. Los latidos se hacen más fuertes. Escaleras. Las subo con cuidado y me doy cuenta que solo traigo un pedazo de tela muy fino desde mis hombros hasta mis tobillos de color gris. La luz me perturba. ¿Qué pasa? Me llega la sensación de vacío cuando la vista se aclarece. Ruinas. Pedazos de viviendas, vidas. Todo destruido. Camino un poco por aquel campo destruido indagando.
“Por solicitud directa, todos los Distritos serán vigilados. Serán acusados de ser el caso e incluso se podrá tomar la medida que se considere acorde a las faltas nombradas a continuación:
- Robo y usura a las mercancías pertenecientes al Capitolio
-Desafiar la autoridad del gobierno de Pacem
- Huir del castigo propuesto
- No atenerse a las órdenes dictadas directamente del Capitolio
-Ser cómplice o incitador en cualquier movimiento de rebelión.
-Salir del Distrito correspondiente sin autorización.
- Guardar silencio ante asuntos que perjudiquen el orden y paz de Panem

Por esta razón el Distrito 13. En consecuencia a sus faltas expuestas en su mayoría anteriormente, ha sido sentenciado a la extinción. Igualmente será así con cualquiera de los 12 Distritos restantes que usen desafiar a la autoridad central y total del Capitolio, por lo tanto del Gobierno de Panem.
Con esto se finaliza la guerra y los Días Oscuros.   Nuevas reglas serán acogidas y ejecutadas. Sin excepciones.
Gobierno de Panem
Leo el papel sobre el único poste en pie. La brisa es fría y mi corazón está igual. No quiero llorar, pero no puedo contenerme. ¿Qué han hecho?
¡¿Qué nos han hecho?!

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