martes, 22 de mayo de 2012

Capítulo XIV

Noche de Martes y el decimo cuarto capitulo de los Décimos Juegos del Hambre. Aquí el inicio de la muerte masiva.
Disfruten!



Sesenta segundos. Hago una examinada de la arena. Ruinas, un bosque alto, una pequeña cascada al descubierto y una zona desértica. Miro un gran pedazo de piedra y logro distinguir algo. Letras o símbolos. Enfoco más la vista y logro leer Edificio de J… Contengo un grito ahogado. Esta arena es especial. Es diferente.
Son las ruinas del Distrito 13.
Los demás parecen darse cuenta también. No queda mucho pero hay varias ruinas que lo confirman. Unos grandes bloques del Edificio de Justicia, varias tejas de las casas. Unas partes de columnas. Y un monumento completo.
10…9…8…
Vuelvo a la realidad y me concentro en llegar a los tres arcos antes que cualquiera.
3…2…1
Suena el gong y salgo de la plataforma como una bala. Tomo uno de los arcos y dos carcajes de flechas. Me pongo en posición y empiezo a disparar. La chica del 6 recibe una flecha en la cabeza. Para mi mala suerte el del ocho logra esquivarla. Tomo dos cuchillos con la hoja curva y degolló a la del 12. Miro a Light quien le clava una espada al chico del 5. Hilly y Seth empiezan a ordenar las provisiones. Aprovecho para lanzarle una flecha al chico del 11. Le da en la columna, no vivirá mucho. Liam mata a los del 7. Y Dan derriba al chico del 12 y la del 11. Finalmente termino con la chica del 3. Esta llora pero termina degollada.
Miro a mí alrededor buscando a alguien más pero solo veo cadáveres. Veo a Hilly tirada en el suelo. Una gran herida sale de su abdomen. Seth está a su lado. Le sostiene la mano. Corro hacia ellos y veo que la herida es bastante profunda. No le queda mucho tiempo. Seth llora y ella le susurra algo hasta que ya no le queda ningún aliento.
− ¿Quién fue? –pregunto
− La chica del 10. Escapó por las ruinas –solloza.
− Entonces la buscaremos esta noche. Y tú la matarás –dice Liam a mi espalda.
Seth asiente y luego se empiezan a escuchar los cañonazos.
Diez. El chico de la flecha en la columna debe estar muerto también.
Vemos el aerodeslizador llevarse los cuerpos de todos. Seth se despide de su prima y luego se va al riachuelo. Dan lo sigue. Me quedo con Liam y Light. Todos estamos cubiertos de sangre. Liam se ofrece para poner las trampas y capturar comida. Light se acerca y me limpia unas gotas de sangre del rostro con su pulgar. Es un gesto tierno en especial si captan cómo nos miramos el uno al otro
− Buen comienzo –dice antes de irse junto con las provisiones.
Miro los cuchillos ensangrentados y el arco. Ubico los otros dos y prefiero solo tener uno. Voy y quemo los otros. Debe haber otros Tributos que los necesiten y no quiero eso. Guardo varias flechas dentro de la Cornucopia. Encuentro una caja negra y la abro. Dentro hay otras armas. Una especie de garras. Hay tres. Decido dárselas a los chico   s. Voy y encuentro a Liam en el bosque. Le doy uno de los guantes de garras. Él me sonríe y me da las gracias. Voy al riachuelo. Veo a Seth pero no a Dan.
− ¿Dónde está Dan? –pregunto.
− Se fue detrás del chico del 3. Lo vio tratando de escapar. Tiene una herida en el tobillo. Seguramente ya lo alcanzó –dice Seth.
Comprobando su teoría. Se escucha otro cañonazo.
Once en un día. Casi la mitad.
Dan aparece entre los arbustos. Tiene la cara rasguñada. Tiene el pelo negro recogido en una coleta alta. Es mediana de estatura y trae la misma ropa. Es muy buena con los cuchillos. No lanza muy bien pero logra matar a alguien con tan solo rozarlo. Ahora la veo como una aliada pero puede que en unos cuantos días sea nada más que una amenaza.
Parece algo nerviosa. Su cara me recuerda que maté a cuatro chicos. Me siento mal pero necesito volver a casa.
Le doy uno de los guantes a Seth, pero este lo rechaza. Se lo doy a Dan en su lugar. Ella sonríe y me da las gracias. Vuelvo a la Cornucopia y veo a Light haciendo una fogata. No le va muy bien así que le ayudo.
− Lo estás haciendo terrible –digo en medio de una risa. Dejo la caja en el suelo.
− Hago lo que puedo –responde soltando una risita
− Ven –me agacho y tomo los pedazos de madera que tenemos. Trae fósforos y un líquido para encender la madera.
Acomodo los pedazos y les rocío el líquido. Busco algunas rocas y las pongo alrededor de todo. Prendo un fósforo y la madera prende instantáneamente. Sonrío a Light y él se sienta a mi lado. Ambos miramos las llamas de color azul que se formaron.
− Buen día ¿eh? –dice
− Supongo. Seguimos vivos –respondo mirando cómo los Vigilantes juegan con el día. Oscurece en un minuto.
Vemos el escudo en el cielo y los rostros de los Tributos muertos. El rostro de Hilly aparece y miro a la Cornucopia. Seth mira al suelo con una gran caja en sus brazos. Debe ser difícil estar aquí. Recuerdo aquellas bromas de matar el uno al otro. Quizá no pensaron que sería demasiado pronto.
− Triste –dice Light –Debe ser duro para él
Me vuelvo y lo observo a la luz de la hoguera. Es triste tener que ocultar tantas cosas solo porque todo Panem no observa. Me muerdo la lengua en cuanto escucho a los demás acercarse.
Dan y Liam nos pasan unas galletitas saladas y un conejo despellejado. Lo ponemos en un sartén con aceite y lo cocinamos. Nos lo repartimos antes de armarnos y prepararnos.
Es hora de ir a cazar otros Tributos.



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