Bueno como dije, aquí está el sexto capítulo. Empezaré el 7 para terminarlo y subirlo mañana. Creo no poder subir nada hasta el lunes en la noche, pues me voy de paseo y no creo tener internet. Lo bueno es que recibirán tres o cuatro capítulos seguidos. O eso planeo. Aquí les dejo el capítulo Tributos y una pregunta ¿Kirk o Light?
Veo el rostro de Light en la oscuridad. Le propino
un empujón pero él no se mueve. Nos quedamos mirándonos el uno al otro hasta
que los pasos que indicaban alguna presencia en la sala, desaparecen tras el
elevador.
Me aparto de él y camino hacia la sala oscura.
Veo el resplandor de los edificios del Capitolio. Desde aquí, mi hogar se ve
tan lejano y la felicidad demasiado distante. Me giro hacia la oscuridad y veo
a Light recostado en la pared mirando a la nada. Parece pensativo pero no logro
entender por qué ¿Escucharía lo que Rya, Dima y Nial tenían planeado? Una
alianza llena de secretos en la que lo único que puedo asegurar es que buscarán
la manera de que hallan dos vencedores. Y aunque no me desagrada la idea de
ganar y volver al Distrito 1 junto con Light. No me imagino lo que tendrían que
hacer para cumplir ese trato. Que yo recuerde los Segundos Juegos fue un caso
extraordinario. Y eran de diferentes Distritos. El chico del 2 y el del 5. No
fue planeado, solo que… las circunstancias ameritaron eso pues habían ya
mandado mutos por ambos pero estaban tan heridos que si los mutos mataban al
chico del 2, el chico del 5 moriría por una infección bastante avanzada. No
estaban emparentados. No tenían nada que ver entre ellos. Incluso escuché que
el chico del 5 quedó paralítico luego de esos Juegos. Me imagino esa escena con
Light y conmigo. Yo siendo atacada por lagartos venenosos mientras que Light se
muere en una cueva por un corte en su abdomen. No es algo que me gustaría
vivir.
Pero por otra parte tampoco me imagino matando
a mi propio compañero de Distrito –en especial ahora que está enamorado de mí –ni
siquiera puedo imaginarme matando a alguien, sin embargo por el valor que tiene
mi vida, tendré que hacerlo, así como aliarme con Liam y Dan, quienes tampoco
me dan buena espina. Tendré que hacer muchas cosas tratando de no morir.
Camino hacia la cocina con los ojos de Light
en mi nuca. Aún me siento incómoda luego de lo que me dijo. No quiero hablar de
ello, ni siquiera puedo mirarlo a los ojos sin exigir una explicación. Me sirvo
un vaso con agua y la tomo de a sorbitos. Light, no se mueve, solo me mira. Me
muerdo la lengua para no gritarle. Siento ira y a la vez confusión. No sé qué
pensar. Si es una estrategia o es de verdad. Y tampoco sé porque siento
cosquillas en el estómago y me ruborizo cada vez que pienso en su rostro.
− ¿Vas a decirme algo? –pregunto dejando el
vaso en el lavabo.
Él no responde. Me mira un rato y no sé qué
piensa.
− En realidad, solo quería disculparme de
nuevo por lo de hace un rato –murmura –no era el momento para decírtelo.
− Light, no tienes por qué disculparte cada
vez que dices o haces algo relacionado con tus sentimientos –digo y empiezo a
caminar de vuelta a mi habitación –Los respeto pero…
− ¿Quieres saber por qué? –pregunta y me clavo
en el suelo. Él se pone detrás de mí y me toma las manos – ¿Por qué o, por
quién terminé aquí?
− Eso ya lo sé –es obvio, por mí. Si está
enamorado de mí, se presentó voluntario por mí. Para no verme con Kirk. Para
ahorrarme el dolor de matarlo. Para protegerme o para lo que sea –Lo que no me
queda claro es el cómo. Eso sí quisiera escuchar.
Siento un nudo en la garganta. Puede que sí o
no regrese a casa. Puede que nunca vuelva a ver a Kirk. Puede que me odie luego
de los Juegos o que incluso la estrategia de Dima, Rya y Nial no funciones como
se espera. Con los Juegos nada se sabe. Entrelazo mis dedos entre los suyos y
me siento recostada en la pared del pasillo. El me sigue y no suelta mi mano.
−Te mudaste luego de la muerte de tu padre. Tú
lo perdiste a él y yo perdí a mi mejor amiga. Te fuiste al centro del Distrito
cuando tu madre fue escogida como alcaldesa. He de admitir que me dolió el
verte partir aún quebrada –empieza. Recuerdo esa época, cuando estaba tan
sumida en la pérdida que no le veía sentido a nada más. Mi madre quizá aceptó
ser alcaldesa por eso. Para alejarnos de aquellos recuerdos –Pero no estaba
dispuesto a dejarte ir. Eras mi mejor amiga y no es algo tan difícil de
olvidar.
»Cuando a mi padre lo trasladaron al centro
como obrero en la Fábrica de Joyas. Tenía doce años. Mi primer año en la
Cosecha y en la Academia de Profesionales. Ahí conocí a Kirk. Pero seguía
buscándote. Tu eres un año menos que yo así que no te vería en ninguna de las
dos cosas por lo que cada tarde, luego de los entrenamientos, me quedaba en
frente del Edificio de Justicia esperando a que tu madre o tú salieran. Pero
siempre llegaba la tarde y no obtenía resultados. Así fue todo un año. Hasta
que entraste a la Academia, te veías asustada y triste. Era obvio, a nadie le
gusta sentirse obligado a entrenar. En especial cuando tus padres fueron gente
a favor de la Rebelión. Kirk se sintió intrigado por ti. Y yo también. Por fin
te había encontrado y tenía que decirte algo pero no sé por qué no lo hice –Light
suspira.
»Estabas también en clases de baile. Ballet y
cada tarde ibas al campo de lavanda cerca del bosque a practicar, yo te seguía
y me escondía en el gran roble mientras te veía bailar. Parecía como si
despidieras el crepúsculo y este parecía no despegarse de ti. Y yo tampoco. Te
veía llorar, de vez en cuando sonreír y algunas veces hasta gritar pero cada
cosa que hacías me parecía tan maravillosa que supe que no solo eras mi amiga
sino que estabas tan metida en mi corazón que no te podía sacar. Kirk me
empezaba a preguntar por ti. Yo le decía algunas cosas y otras me las reservaba
para mi deleite. Te aparecías en cada sueño, pesadilla y pensamiento que tenía.
Estabas tan unida a mí que no podía evitar sentirme celoso de como mirabas a
Kirk y de cómo esperabas a que te dijera algo. A las risas que le diste y a
todo lo que nunca me diste a mí. Por eso, en parte la cosecha fue para que no
te sintieras mal de estar en la misma arena que Kirk, pero la otra parte solo
fue para poder decirte esto. Hablarte y pasar contigo por lo menos los últimos
días que voy a vivir. Claro, si tú me lo permites. –Concluye.
Su historia muestra cosas de mi vida que jamás
conté. Me siento halagada de que Light conozca esa parte de mi pasado, aunque
sea en secreto. Me siento mal pues también está Kirk, esperándome en casa. Pero
al final, me siento confundida. Pues me estoy dando cuenta que, luego de su declaración
de amor, también estoy sintiendo algo por él.
− Lo permitiré –respondo y le doy un beso en
la mejilla antes de volver a mi habitación.
Carmel me despierta a gritos a las cinco de la
mañana. Me lanza unos shorts y una camisilla de color lima. Me ducho y me
recojo los pequeños mechones frontales de mi pelo con dos ganchos plateados.
Carmel me lleva a una planta totalmente desconocida. Es una planta parecida a
un conjunto de oficinas. Hay varios bloques y en las puertas el número del
Distrito. Nos detenemos en frente del número 1 y entramos en una gran sala
blanca. Al fondo hay cosas como instrumentos, micrófonos, lienzos, flores
regadas y trajes de baile. Hay también una mujer, de unos treinta años. De
pestañas excesivamente largas y de color dorado, que cubren sus ojos azules claros. Tiene puesta una bata color marfil. Su pelo es negro como la noche con ligeros rayos violetas y sus dientes tienen
amatistas incrustadas.
− Hola Carmel –dice la mujer –Ella debe ser
Ivy Aurum –se dirige a mí –Estuviste deslumbrante en el Desfile. Todos te
consideramos la Chica Cristalina.
Sonrío y miro a mi alrededor.
− ¿Qué hacemos aquí? –pregunto
− Estamos aquí para practicar tu talento –dice
Carmel –Todos deben tener un acto preparado para el Show antes de la
entrevista.
Asiento con entendimiento y escucho la puerta
abrirse. Rya y Light aparecen uniéndose al grupo. Carmel me da un beso en cada
mejilla al igual que a Light antes de marcharse.
− Y bien, ¿qué sabes hacer de especial Ivy? –me
pregunta la mujer. La miro confundida por no saber su nombre. Ella se percata y
sonríe – ¡Oh!, mi nombre es Lila.
−Pues… sé algunos pasos de ballet. Estuve en
clases en el Distrito 1 –digo recordando la historia de Light.
Lila sonríe y se dirige a Light quien solo se
limita a responder:
−Yo también puedo bailar. No tan bien como
ella pero creo que eso ayuda.
Rya sonríe al igual que Lila.
−Bueno, entonces será un baile en pareja.
Ballet –dice Lila.
Miro a Light y siento un escalofrío recorrerme
toda la piel. Es decir que ahora tendré que ensayar todos los días con él hasta
el show.
Me ruborizo y miro al suelo avergonzada.
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