martes, 15 de mayo de 2012

Capítulo VI




Bueno como dije, aquí está el sexto capítulo. Empezaré el 7 para terminarlo y subirlo mañana. Creo no poder subir nada hasta el lunes en la noche, pues me voy de paseo y no creo tener internet. Lo bueno es que recibirán  tres o cuatro capítulos seguidos. O eso planeo. Aquí les dejo el capítulo Tributos y una pregunta ¿Kirk o Light?




Veo el rostro de Light en la oscuridad. Le propino un empujón pero él no se mueve. Nos quedamos mirándonos el uno al otro hasta que los pasos que indicaban alguna presencia en la sala, desaparecen tras el elevador.
Me aparto de él y camino hacia la sala oscura. Veo el resplandor de los edificios del Capitolio. Desde aquí, mi hogar se ve tan lejano y la felicidad demasiado distante. Me giro hacia la oscuridad y veo a Light recostado en la pared mirando a la nada. Parece pensativo pero no logro entender por qué ¿Escucharía lo que Rya, Dima y Nial tenían planeado? Una alianza llena de secretos en la que lo único que puedo asegurar es que buscarán la manera de que hallan dos vencedores. Y aunque no me desagrada la idea de ganar y volver al Distrito 1 junto con Light. No me imagino lo que tendrían que hacer para cumplir ese trato. Que yo recuerde los Segundos Juegos fue un caso extraordinario. Y eran de diferentes Distritos. El chico del 2 y el del 5. No fue planeado, solo que… las circunstancias ameritaron eso pues habían ya mandado mutos por ambos pero estaban tan heridos que si los mutos mataban al chico del 2, el chico del 5 moriría por una infección bastante avanzada. No estaban emparentados. No tenían nada que ver entre ellos. Incluso escuché que el chico del 5 quedó paralítico luego de esos Juegos. Me imagino esa escena con Light y conmigo. Yo siendo atacada por lagartos venenosos mientras que Light se muere en una cueva por un corte en su abdomen. No es algo que me gustaría vivir.
Pero por otra parte tampoco me imagino matando a mi propio compañero de Distrito –en especial ahora que está enamorado de mí –ni siquiera puedo imaginarme matando a alguien, sin embargo por el valor que tiene mi vida, tendré que hacerlo, así como aliarme con Liam y Dan, quienes tampoco me dan buena espina. Tendré que hacer muchas cosas tratando de no morir.
Camino hacia la cocina con los ojos de Light en mi nuca. Aún me siento incómoda luego de lo que me dijo. No quiero hablar de ello, ni siquiera puedo mirarlo a los ojos sin exigir una explicación. Me sirvo un vaso con agua y la tomo de a sorbitos. Light, no se mueve, solo me mira. Me muerdo la lengua para no gritarle. Siento ira y a la vez confusión. No sé qué pensar. Si es una estrategia o es de verdad. Y tampoco sé porque siento cosquillas en el estómago y me ruborizo cada vez que pienso en su rostro.
− ¿Vas a decirme algo? –pregunto dejando el vaso en el lavabo.
Él no responde. Me mira un rato y no sé qué piensa.
− En realidad, solo quería disculparme de nuevo por lo de hace un rato –murmura –no era el momento para decírtelo.
− Light, no tienes por qué disculparte cada vez que dices o haces algo relacionado con tus sentimientos –digo y empiezo a caminar de vuelta a mi habitación –Los respeto pero…
− ¿Quieres saber por qué? –pregunta y me clavo en el suelo. Él se pone detrás de mí y me toma las manos – ¿Por qué o, por quién terminé aquí?
− Eso ya lo sé –es obvio, por mí. Si está enamorado de mí, se presentó voluntario por mí. Para no verme con Kirk. Para ahorrarme el dolor de matarlo. Para protegerme o para lo que sea –Lo que no me queda claro es el cómo. Eso sí quisiera escuchar.
Siento un nudo en la garganta. Puede que sí o no regrese a casa. Puede que nunca vuelva a ver a Kirk. Puede que me odie luego de los Juegos o que incluso la estrategia de Dima, Rya y Nial no funciones como se espera. Con los Juegos nada se sabe. Entrelazo mis dedos entre los suyos y me siento recostada en la pared del pasillo. El me sigue y no suelta mi mano.
−Te mudaste luego de la muerte de tu padre. Tú lo perdiste a él y yo perdí a mi mejor amiga. Te fuiste al centro del Distrito cuando tu madre fue escogida como alcaldesa. He de admitir que me dolió el verte partir aún quebrada –empieza. Recuerdo esa época, cuando estaba tan sumida en la pérdida que no le veía sentido a nada más. Mi madre quizá aceptó ser alcaldesa por eso. Para alejarnos de aquellos recuerdos –Pero no estaba dispuesto a dejarte ir. Eras mi mejor amiga y no es algo tan difícil de olvidar.
»Cuando a mi padre lo trasladaron al centro como obrero en la Fábrica de Joyas. Tenía doce años. Mi primer año en la Cosecha y en la Academia de Profesionales. Ahí conocí a Kirk. Pero seguía buscándote. Tu eres un año menos que yo así que no te vería en ninguna de las dos cosas por lo que cada tarde, luego de los entrenamientos, me quedaba en frente del Edificio de Justicia esperando a que tu madre o tú salieran. Pero siempre llegaba la tarde y no obtenía resultados. Así fue todo un año. Hasta que entraste a la Academia, te veías asustada y triste. Era obvio, a nadie le gusta sentirse obligado a entrenar. En especial cuando tus padres fueron gente a favor de la Rebelión. Kirk se sintió intrigado por ti. Y yo también. Por fin te había encontrado y tenía que decirte algo pero no sé por qué no lo hice –Light suspira.
»Estabas también en clases de baile. Ballet y cada tarde ibas al campo de lavanda cerca del bosque a practicar, yo te seguía y me escondía en el gran roble mientras te veía bailar. Parecía como si despidieras el crepúsculo y este parecía no despegarse de ti. Y yo tampoco. Te veía llorar, de vez en cuando sonreír y algunas veces hasta gritar pero cada cosa que hacías me parecía tan maravillosa que supe que no solo eras mi amiga sino que estabas tan metida en mi corazón que no te podía sacar. Kirk me empezaba a preguntar por ti. Yo le decía algunas cosas y otras me las reservaba para mi deleite. Te aparecías en cada sueño, pesadilla y pensamiento que tenía. Estabas tan unida a mí que no podía evitar sentirme celoso de como mirabas a Kirk y de cómo esperabas a que te dijera algo. A las risas que le diste y a todo lo que nunca me diste a mí. Por eso, en parte la cosecha fue para que no te sintieras mal de estar en la misma arena que Kirk, pero la otra parte solo fue para poder decirte esto. Hablarte y pasar contigo por lo menos los últimos días que voy a vivir. Claro, si tú me lo permites. –Concluye.
Su historia muestra cosas de mi vida que jamás conté. Me siento halagada de que Light conozca esa parte de mi pasado, aunque sea en secreto. Me siento mal pues también está Kirk, esperándome en casa. Pero al final, me siento confundida. Pues me estoy dando cuenta que, luego de su declaración de amor, también estoy sintiendo algo por él.
− Lo permitiré –respondo y le doy un beso en la mejilla antes de volver a mi habitación.

Carmel me despierta a gritos a las cinco de la mañana. Me lanza unos shorts y una camisilla de color lima. Me ducho y me recojo los pequeños mechones frontales de mi pelo con dos ganchos plateados. Carmel me lleva a una planta totalmente desconocida. Es una planta parecida a un conjunto de oficinas. Hay varios bloques y en las puertas el número del Distrito. Nos detenemos en frente del número 1 y entramos en una gran sala blanca. Al fondo hay cosas como instrumentos, micrófonos, lienzos, flores regadas y trajes de baile. Hay también una mujer, de unos treinta años. De pestañas excesivamente largas y de color dorado, que cubren sus ojos azules claros. Tiene puesta una bata color marfil. Su pelo es negro como la noche con ligeros rayos violetas y sus dientes tienen amatistas incrustadas.
− Hola Carmel –dice la mujer –Ella debe ser Ivy Aurum –se dirige a mí –Estuviste deslumbrante en el Desfile. Todos te consideramos la Chica Cristalina.
Sonrío y miro a mi alrededor.
− ¿Qué hacemos aquí? –pregunto
− Estamos aquí para practicar tu talento –dice Carmel –Todos deben tener un acto preparado para el Show antes de la entrevista.
Asiento con entendimiento y escucho la puerta abrirse. Rya y Light aparecen uniéndose al grupo. Carmel me da un beso en cada mejilla al igual que a Light antes de marcharse.
− Y bien, ¿qué sabes hacer de especial Ivy? –me pregunta la mujer. La miro confundida por no saber su nombre. Ella se percata y sonríe – ¡Oh!, mi nombre es Lila.
−Pues… sé algunos pasos de ballet. Estuve en clases en el Distrito 1 –digo recordando la historia de Light.
Lila sonríe y se dirige a Light quien solo se limita a responder:
−Yo también puedo bailar. No tan bien como ella pero creo que eso ayuda.
Rya sonríe al igual que Lila.
−Bueno, entonces será un baile en pareja. Ballet –dice Lila.
Miro a Light y siento un escalofrío recorrerme toda la piel. Es decir que ahora tendré que ensayar todos los días con él hasta el show.
Me ruborizo y miro al suelo avergonzada. 

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