Capítulo XXIV

Bueno lo terminé un poco antes así que aquí se los dejo.... Estaré trabajando en el capi 25 un rato... pero creo que lo tendré lsto para mañana en la tarde. Ya tengo previsto que el fan-fic llegará al capítulo 30 y adicional un epílogo. Disfruten!!

Light está dormido. Nos quedamos en las ruinas de aquella casa donde murió Nik. Sus brazos me rodean pero poco a poco logro zafarme de su abrazo. No tengo mucho tiempo antes de que despierte así que solo empiezo a correr sigilosamente con el arco y un carcaj en la mano. Logro llegar a la cueva, nuestro antiguo escondite. Tomo dos botellas de agua y como un par de galletas y un poco de la comida que nos enviaron antes de tomar dos cuchillos curveados que se apuntan en tus brazos. Me los pongo y los oculto con la gruesa chaqueta. Tomo varias flechas y las pongo sobre el suelo antes de rociarle a cada una un poco de veneno. Es bastante efectivo. El líquido parece invisible. Tomo dos cuchillos y los oculto, uno en mi bota derecha y el otro dentro de mi chaqueta.

Miro la cueva por última vez y me despido de lo que no volveré a ver nunca. Así viva o muera. Mi tobillo sigue inflamado y tiene varios cardenales pero solo puedo moverlo si quiero que esto acabe de una vez. Tomo una ruta alternativa rodeando el río hasta las ruinas al sur de la Cornucopia. Camino lentamente entre el bosque y las rocas hasta llegar a las ruinas. Allí me tomo un tiempo para descansar, Dan debe estar por aquí. No dejaría así no más la Cornucopia donde está segura y alerta pues la pradera la previene de cualquier movimiento que alguien haga. Miro al cielo. Se oscurece. Quieren tener un combate nocturno, bueno, eso será.

Recobro el aliento luego de varios minutos y me dispongo a marchar con la cabeza despejada hacia la Cornucopia. No escucho el sonido de nada. Y ya a unos cien metros de ella me oculto tras una columna. Y es allí cuando la escucho.

Gruñe y se agita. Veo una pequeña fogata y varias vendas en el suelo.

― Maldita sea. Light ya ganó –murmura con un gesto. –Ahora vendrán ambos por mí. Me matarán. Aunque si logro tener un día por lo menos para curarme y practicar podré matarlos a ambos.

Sonrío con malicia. No tienes ni diez minutos Dan. Se te acabó el tiempo.

En ese momento salgo de mi escondite. Quiero matarla rápidamente sin esfuerzo. Mis pasos son ligeros y silenciosos. No es hasta que estoy a unos dos metros de ella que veo el cuchillo disparado hacia mi cabeza. Logro agacharme y disparo una flecha con rapidez. Ella logra esquivarla y se oculta dentro del cuerno de oro. Logra colocarse la chaqueta y tomar una larga espada. Está debilitada y es allí cuando me percato de sus heridas. Rasguños en los brazos. La blusa negra huele a sangre y veo sus vendas en los tobillos.

― Pensé que vendrías más tarde –dice algo sorprendida tomando la espada con sus manos -¿Dónde está tu novio?

No le contesto solo lanzo otra flecha. La esquiva.

― ¡Vaya! Eso estuvo cerca pero no será suficiente, princesa –gruñe escupiendo el suelo.

― No eso lo sé –admito con la sed de muerte a flor de piel –Por eso no es lo único que tengo.

Logro activar los cuchillos de mi brazo con la presión de mis puños. Las cuchillas desgarran mi camisa y brillan a la luz de la noche. Dan contiene y trata de ocultar sus miedos. A mí solo me alimenta más la venganza de todos. Seth, Liam y Nik. Esto lo hago por ellos.

― ¿Ahora quién es la asustada? –pregunto imitando su tono sádico de niñita.

Ella se burla pero hay nervios en su risa.

― No tendré compasión contigo. La tuve con varios. Muchos y al final tú los mataste. ¿Quieres sentir lo que ellos sintieron? –doy un paso al frente ella retrocede –No debiste haber estado aquí nunca. Te ocultaste tras otros para quedar viva. Ahora que no hay nadie para defenderte solo quieres huir. Liam era el único que cayó contigo. Pero igual murió.

― Murió por estúpido –grita ella sonriente –Murió por defenderlos a ustedes dos.

No puedo contenerme más. Lanzo una flecha tras otra hasta que su pequeño cuerpo choca contra el mío y me deja sobre el suelo sin aire. Noto el cuchillo con aquella sustancia negra y espesa a pocos centímetros de mi rostro.

Con un brazo y gracias a las cuchillas logro que ella se aparte no sin antes ver que empieza a sangrar en el abdomen. Toca la zona y con una mueca de dolor. Saca la espada y empieza de nuevo a correr hacia mí.

Su ataque me toma por sorpresa y termina hiriéndome en el brazo. No tengo una espada para defenderme. Pero saco el cuchillo de mi bota y se lo clavo en el estómago. Dos heridas en el mismo punto. Saco el cuchillo ensangrentado y corro hacia otro punto mientras que Dan se retuerce y trata de levantarse. Respiro agitada y cargo una flecha venenosa en el arco y apunto hacia ella. Ella me mira y empieza a reír como una demente. Solo quiero que se calle, pero en cuanto estoy a punto de disparar. Un cuchillo flota y se clava en mi estómago. Suelto la flecha y escucho como ella se clava en el cuello de Dan. Veo su pequeña silueta caer de bruces al suelo y retorciéndose como un insecto. Ahora no es una batalla de quién será la que le clave un cuchillo a la otra. Ahora es la batalla del tiempo. Cuál de las dos, vivirá cuando la otra muera. Ya sea por el veneno o por una falla en sus órganos internos.

Trato de controlar mi respiración, escucho a Dan toser y logro distinguir algo más. El sonido oscuro de un aerodeslizador sobre nosotras. Estará esperando quién muera. O quizá quien viva. Sonrió y miro al cielo que se aclara poco a poco. Dan sigue viva. Aún la escucho sisear palabras sin sentido. Escucho pasos. Llenos de fuerza y furia. Un muto quizá. Solo eso. Cierro mis ojos y espero que llegue el final. Sonrío porque sé que Light no me perdonará pero por lo menos me despedí de él.

Lo último que escucho es un cañonazo seguido del ruido del viento chocando contra mi cuerpo que es levantado del suelo y un grito grotesco de dolor.

Bueno como ya estamos llegando al final... Les daré una pequeña sinospis del siguiente proyecto del blog: Exponentia.

SINOPSIS:

Huérfano y Atascado en un Orfanato se encuentra Adrian. Un muchacho de 17 años que lo único que quiere es ser mayor y alejarse de todo. Comenzar una vida que terminó cuando sus padres murieron en una explosión de la cual no hay rastro alguno. Sin embargo, Adrian tiene un destino bastante especial y una compañía aún más especial que lo dejará a las puertas de la Academia Lux, un instituto con alumnos sobrenaturales.